EL CULTO A LA SANTA MUERTE


EL CULTO A LA SANTA MUERTE: DE LA COSMOVISIÓN PREHISPÁNICA A LA ACTUALIDAD

Memoria sagrada y ancestral. La muerte ha sido un referente en todas las etapas de México y un recordatorio para no temer al más allá de la vida.

Quién teme la muerte no goza la vida

Mateo Alemán

El culto a la Santa Muerte es una práctica ritual mucho más antigua de lo que se cree. Si bien, fue en 2001 cuando Enriqueta Romero erigió el primer altar a la Santa Muerte en el corazón de Tepito, en la Ciudad de México, este rito poco aceptado en la modernidad posa sus orígenes en el México prehispánico.

En la antigüedad, el equilibrio de la vida no podía darlo sino la muerte. Figura en la filosofía prehispánica como una divinidad: Mictlantecuhtli yMictecacíhuatl –dios y diosa de la muerte, protectores del Mictlán– en la cultura azteca, o Ah Puch, dios del Xibalbá o inframundo, en la cultura maya. Como todas las energías que dialogan sobre el cosmos, la muerte fue un referente para ofrendar al menos desde hace unos tres mil años. Y el hecho mismo de venerarla tan frecuentemente resultaba un recordatorio para no temer a su carácter desconocido.

mictlantecuhtli

mictlantecuhtli

Un aspecto peculiar sobre la cultura ancestral mexicana que interesa en el mundo, es el hecho de poseer a la muerte en la cotidianidad. La capacidad de reírnos y aceptarla con alegría como un destino, forma parte de una tradición milenaria que llevamos los mexicanos en la sangre. No sorprende pensar, por ejemplo, que los días 1 y 2 de noviembre se celebran a los muertos con flores y colores folclóricos.

Pero el culto a la Santa Muerte fue más allá del papel metafórico-espiritual.

El siglo XX fue testigo del nacimiento de un sincretismo extraordinario, donde el culto a la muerte y el catolicismo mostraron una versión alterna de una de tantas prácticas paganas de la época. La adoración de un esqueleto al que llamaban “muerte”, fue santificado al igual que un santo católico, ocultándose por siglos del señalamiento cristiano.

Tuvo un segundo aire en los años sesentas, pero con las reformas creadas a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, en los años 90’s, se popularizó oficialmente como un fenómeno religioso.

Contrario a lo que muchos piensan, la figura de la Santa Muerte es un símbolo de justicia, más no de venganza. La imagen que de ella se ha difundido en miles de réplicas de todos tamaños, sostiene en sus manos una balanza de equidad. Su fin primordial es el de interceder a favor del milagro. Sus creyentes piden principalmente por amor, dinero, buena suerte y protección.

Hoy en día alrededor de 5 millones de devotos de la Santa Muerte portan su imagen en distintas formas peculiares. Collares, pulseras o tatuajes; en camisetas, en las paredes de sus casas, en la música y por supuesto en altares de todos tamaños. Y aunque el número de creyentes ha bajado considerablemente en los últimos años, y con la aparición de San Judas Tadeo –también, un santo de los milagros–,  la muerte sigue siendo un símbolo en la psique colectiva de México, hoy y siempre.

MŽxico DF, Tepito. Octubre, 2009 Son muchas las representaciones que existen de la muerte, as’ como nombres que ha tenido a lo largo de la historia, ya que muchas culturas la han adorado; en la actualidad es la imagen esquelŽtica vestida con una tœnica la imagen que la representa, se puede encontrar de diferentes colores cada uno simboliza algo en particular. Aunque la Iglesia Cat—lica condena esta veneraci—n, denomin‡ndola como "pecaminosa", algunos asocian esta pr‡ctica con la Iglesia. Mientras tanto a la mayor’a de sus seguidores parece no importarle la contradicci—n entre su religi—n y el culto pagano a "La Santa". La gente acude a ella para pedirle milagros o favores relacionados con el amor, la salud o el trabajo. Por otro lado, tambiŽn se le pide por fines malŽvolos, tales como la venganza y la muerte de otros. Sus simpatizantes suelen identificarse al portar algœn dije o escapulario de su imagen, mientras que otros optan por llevar su figura de manera indeleble, al tatu‡rsela en la piel.

MéŽxico DF, Tepito. Octubre, 2009
Son muchas las representaciones que existen de la muerte, asi’ como nombres que ha tenido a lo largo de la historia, ya que muchas culturas la han adorado; en la actualidad es la imagen esqueleŽtica vestida con una tuœnica la imagen que la representa, se puede encontrar de diferentes colores cada uno simboliza algo en particular.
Aunque la Iglesia Cato—lica condena esta veneracio—n, denomina‡ndola como «pecaminosa», algunos asocian esta pra‡ctica con la Iglesia. Mientras tanto a la mayor’a de sus seguidores parece no importarle la contradiccio—n entre su religio—n y el culto pagano a «La Santa».
La gente acude a ella para pedirle milagros o favores relacionados con el amor, la salud o el trabajo. Por otro lado, tambieŽn se le pide por fines maleŽvolos, tales como la venganza y la muerte de otros. Sus simpatizantes suelen identificarse al portar alguœn dije o escapulario de su imagen, mientras que otros optan por llevar su figura de manera indeleble, al tatu‡rasela en la piel.

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