Batalla de Fallen Timbers
Un 20 de agosto de 1794 tiene lugar la decisiva batalla de Fallen Timbers, durante la llamada “Guerra India del Noroeste”. Una fuerte coalición de naciones nativas, la Confederación del Oeste había puesto contra las cuerdas a las tropas estadounidenses, tras propinarles sangrientas derrotas a los generales Harman y St. Clair; éste último perdió un 90% de sus efectivos, la tasa de bajas más alta en la historia militar estadounidense.
Sin embargo, tras dos fallidas campañas un desesperado George Washington sacó del retiro a un veterano y héroe de la guerra de independencia, el general “Mad” Anthony Wayne. A diferencia de sus predecesores, Wayne no subestimó la fuerza de sus oponentes ni se precipitó en atacar: adiestró y equipó pacientemente a su fuerza de combate, a la que denominó Legión de los Estados Unidos, aprovechando que la Confederación del Oeste se hallaba concentrada en atacar los puestos fortificados de la frontera y especialmente el importante Fort Recovery.
Mientras Wayne ultimaba sus preparativos los nativos dirigidos por el jefe miami Little Turtle atacaron Fort Recovery, sin éxito. Esto llevó a que el jefe shawnee Blue Jacket lo reemplazara en el comando de los guerreros de la Confederación. Para entonces Wayne avanzaba a su encuentro con casi 3000 hombres, entre infantes y jinetes.
Después del fallido ataque, Blue Jacket decidió pasar a la defensiva, posicionándose cerca del río Maumee, en el actual Ohio. Muchos árboles de un bosque cercano habían caído derribados por una reciente tormenta (estos eran los “fallen timbers”) y Blue Jacket decidió aprovecharlos como barrera para el avance de las tropas de Wayne. En este momento las fuerzas de la coalición contaban 1,500 hombres: los shawnee de Blue Jacket, los delaware del jefe Buckongahelas, los miami de Little Turtle, wyandot (“hurones”), ojibways, ottawas, potawatomis, mingos y una compañía de milicianos canadienses del capitán Alexander McKillon.
El 4 de agosto las fuerzas enemigas finalmente estuvieron frente a frente y Wayne se lanzó al ataque. La batalla en sí fue rápida: la infantería de Wayne avanzó intercambiando tiros con los hombres de Blue Jacket hasta llegar al cuerpo a cuerpo, mientras que la caballería se abría paso entre los árboles caídos, poco a poco hasta poder aparecer sobre su flanco. La aparición de los jinetes entre los obstáculos y combatiendo en la espesura del bosque fue completamente inesperada (pues el terreno era completamente adverso al maniobrar de los caballos en opinión de Blue Jacket) y aunada a la potencia de su carga, terminó por poner en fuga a las fuerzas indígenas, que se retiraron rápidamente hacia el puesto británico de Fort Miami.
Con la derrota de su fuerza principal y sus jefes más notables, la Confederación del Oeste quedaba vencida, cediendo sus territorios del valle del Ohio a los Estados Unidos, retirándose en su mayoría hacia el Canadá o hacia el oeste de los Grandes Lagos.
